BASURA Y MONTAÑA por Alejandro Saiz
Una de las consecuencias
negativas del auge del deporte en la montaña es encontrarse restos de basura en
lugares del recorrido. Normalmente los deportistas o senderistas cuando salen a
la montaña circulan por caminos ya marcados y por los que pueden haber pasado
cientos de personas en un mismo mes. Una de las normas principales de este
deporte es la de no arrojar basura ni
desperdicios, recoger incluso las propias pieles de las frutas y cáscaras para
transportarlas hasta un punto de recogida. Ya se que algunos tienen la opinión
de que las pieles de las frutas sirven de alimento para los animales, pero un
buen ejemplo me ocurrió hace unos meses en el Forat de Bernía, uno de los
balcones naturales más espectaculares de España.
Forat de Bernia |
Suelo preparar rutas de
senderismo para grupos, y días antes me
gusta realizar un reconocimiento del recorrido. En uno de estos reconocimientos
en el que el grupo de senderistas estaba compuesto de tres personas, ascendimos
por la ladera norte de la Sierra de Bernia para dirigirnos al Forat. Uno de nuestros compañeros de excursión no
había conocido aún este lugar, por lo que estábamos deseando contemplar su cara
de fascinación. Nos agachamos para pasar por el agujero y llegar al balcón
natural en la ladera sur, para contemplar una panorámica grandiosa sobre la
Marina Baixa: Pieles de naranja, cortezas de melón, cáscaras de pipas y alguna
que otro trozo de bocadillo. Lo normal es que cuando llegues al Forat lo
primero que te llame la atención sean las vistas y no el suelo sucio. Más
adelante nos encontramos con una excursión de unas cuarenta personas que habían
elegido este lugar para almorzar. “La única huella que tienes que dejar en el
camino es la de tus pies”.
La montaña siempre ha atraído al
hombre y este siempre ha llevado a los desperdicios con él. El Everest además
de ser el pico más alto del planeta con sus 8.850 metros de altitud, también es
el basurero más alto del planeta. En sus laderas se acumulan restos de
campamentos, desperdicios, botellas de oxigeno, etc. Desde hace un tiempo se
han programado expediciones de Sherpas para acercarse a recoger esta basura
acumulada durante años en el tramo final del ascenso a la montaña. Estas
costosas expediciones están sufragadas por empresas turísticas del Nepal y en
ellas, cada Sherpa baja hasta veinte kilos de desperdicios en cada viaje.
El hilo de este comentario sobre
el Everest viene por otra anécdota ocurrida en La Serrella hace unas semanas.
Esta sierra esta compuesta de varios picos y queríamos recorrerlos todos en una
misma jornada. Almorzamos en el segundo pico, El Plá de La Casa, y continuamos
avanzando en dirección Este al asalto de la siguiente cumbre. Tras llevar una
hora de camino, uno de nuestros compañeros de ruta se dio cuenta de un error:
Se había dejado una pequeña bolsa de basura en el lugar del almuerzo. Su primer
pensamiento fue el de volver a recogerla, pero este cambio en la ruta suponía
dos horas más de recorrido y tener que suspender nuestro plan, por lo que desistió.
Seguimos el itinerario que teníamos previsto y por el camino se nos ocurrió la
solución: podíamos recoger las basuras que encontrásemos para compensar la que
habíamos dejado. Dicho y hecho, nuestro compañero una vez terminada la ruta iba
cargado como un Sherpa del Everest con su mochila y con una bolsa llena de
desperdicios que triplicaba a la abandonada en el Plá de la Casa. Había
conseguido que nuestro paso por La Serrella fuese beneficioso para el medio
ambiente.
Los residuos no deben terminar en
la naturaleza. Caminando por las montañas rara vez encontraremos contenedores,
por lo que tendremos siempre que llevar en la mochila una bolsa para estos
desperdicios. Otra de las opciones que podemos contemplar es reducir la
cantidad de residuos que llevamos en la mochila. Podemos evitar los paquetes de
los alimentos, las bolsas individuales y las botellas de plástico. Si no
ponemos remedio un lugar en plena
naturaleza y por el que pasan muchos excursionistas se convertirá rápidamente
en un basurero.
Comentarios
Publicar un comentario